Lanzar un E-commerce suena como la vía rápida para emprender: una tienda en línea, productos atractivos y listo, ¿verdad? Pero en la realidad, la historia es distinta. Abrir un e-commerce implica retos específicos que muchos emprendedores subestiman y que terminan por limitar el potencial de crecimiento de sus tiendas. Aquí te compartimos los cinco errores más comunes que pueden surgir al abrir un E-commerce, junto con algunas claves para evitarlos desde el principio.
1. Subestimar la importancia de la planificación
Un error común al lanzar una tienda online es apresurarse sin haber definido una estructura de negocio clara. Muchos emprendedores consideran que basta con elegir una plataforma y añadir algunos productos, pero el E-commerce necesita mucho más: una visión integral de la cadena de suministro, una estrategia clara de inventario y proyecciones realistas de ventas.
Sin planificación, es fácil perder el control, y problemas como el desabastecimiento, la falta de logística adecuada o costos inesperados pueden afectar gravemente el rendimiento de la tienda. La recomendación mía es: antes de comenzar, dedica tiempo a delinear un plan de negocio sólido que incluya todos los elementos de la operación y sus costos, no pienses que abrir un E-commerce es gratis.
2. No conocer a fondo al público objetivo
Uno de los errores más costosos es no tomarse el tiempo de entender a quién va dirigido el negocio. La falta de claridad sobre la audiencia objetivo y sus preferencias de compra puede hacer que se tomen decisiones basadas en suposiciones en lugar de datos. Esto puede llevar a que la tienda ofrezca productos o experiencias que simplemente no resuenan con sus visitantes.
Investigar al público objetivo es clave: entender sus necesidades, sus problemas y cómo prefieren comprar ayuda a diseñar una experiencia que realmente atraiga y convierta. Para lograrlo, es útil analizar tu dashboard (porque deberías tener uno), encuestas o análisis de la competencia, lo que permitirá identificar oportunidades para diferenciarse y conectar.
3. Ignorar la optimización para dispositivos móviles
En un entorno donde más de la mitad del tráfico web proviene de dispositivos móviles, ignorar la experiencia móvil es uno de los errores más costosos. Un sitio que no se adapta correctamente a móviles pierde rápidamente el interés de los usuarios, además de que afectará negativamente su rendimiento en motores de búsqueda.
Para evitar este problema, asegúrate de que la tienda esté completamente optimizada para dispositivos móviles. Esto implica adaptar el diseño, simplificar el proceso de compra y garantizar una velocidad de carga rápida. La experiencia móvil no es opcional; es esencial para capturar y retener a los clientes.
4. No invertir en marketing digital desde el primer día
Es común pensar que basta con lanzar la tienda, y que los clientes llegarán solos. Sin embargo, sin una estrategia de marketing digital, es probable que el E-commerce quede en el anonimato. SEO, redes sociales y campañas pagas son algunas de las herramientas esenciales para dar visibilidad a una tienda en línea que apenas está empezando, atraer tráfico de calidad y, eventualmente, aumentar las ventas.
La falta de inversión en marketing desde el principio ralentiza el crecimiento de la tienda y limita su alcance. Iniciar con una estrategia clara de marketing digital desde el primer día, aunque sea modesta, permite captar la atención de los primeros clientes, crear comunidad y generar confianza en la marca.
Debes tener en cuenta que es un negocio, y como tal, debes invertir en comunicación para que las personas indicadas te vean y sepan que existes en primera instancia.
5. Descuidar la logística y la atención al cliente
Lanzar un E-commerce no se trata solo de vender productos, esa es la parte “fácil”; implica también entregar una experiencia de compra satisfactoria. Los problemas de logística, como entregas tardías o inventarios inexactos, y una atención al cliente deficiente, pueden generar una mala experiencia para el usuario. En el entorno online, donde los clientes no pueden ver ni tocar el producto antes de comprar, la atención y el cumplimiento en tiempos y promesas es fundamental para construir confianza.
Dedicar tiempo a planificar la logística, establecer procesos claros para el manejo de inventario y definir canales de atención efectivos (como chat en vivo, WhatsApp o correo) puede ser la diferencia entre un cliente recurrente y uno que no regresa. Una experiencia post-compra positiva refuerza la relación con el cliente y aumenta la probabilidad de recomendaciones y recompra.
También es bueno desde el momento inicial seleccionar los requisitos para obtener y después adquirir las certificaciones de perfiles de META, ya que le asegura a los usuarios que verdaderamente eres una empresa establecida y no un negocio sospechoso.
Estos cinco errores son trampas en las que muchos caen al iniciar en el mundo del E-commerce, pero también son oportunidades para construir una base sólida y sostenible desde el principio. Un E-commerce no es solo una tienda online; es una experiencia de compra que, cuando se hace bien, puede ganar la lealtad y preferencia del cliente en un mercado competitivo.